jueves, 12 de noviembre de 2015

VIOLENCIA


¡No te marches, espera,
quiero estar contigo!

¿Te vas? No puedes; el vino
se ha hecho esencia
de sol y atardeceres,
y el tizón de la noche
con su sombra 
nos envuelve.

(Pulso roto y partido
por la fiebre.
La saliva caliente
de mis labios
te encadena
en la cárcel de mis sienes:
Borrachera)

Nieve en tus manos
y en tu pecho fuego:
Veneno que me enreda
en tu deseo: Y la vida,
hecha romance,
se me escapa
en tu sendero.

Juan Torres Grueso

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